En Hydroluxe somos especialistas en agua hidrogenada, motivo por el que en las últimas entradas de nuestro blog hemos profundizado sobre ella. Sin ir más lejos, hace unos días te ofrecimos unos consejos para consumir agua hidrogenada. Y como estamos asombrados con todo lo que puede brindarnos este tipo de agua, vamos a continuar brindándote contenido sobre ella.
En esta ocasión vamos a ponértelo todavía más fácil: ¿tienes dudas sobre cómo hacer tu propia agua hidrogenada? Pues vamos a enseñarte a hacerla para que sus beneficios estén al alcance de tu mano. Así que si alguna vez te has preguntado cómo hacer agua hidrogenada en casa, no te pierdas lo que vamos a contarte hoy.
Agua hidrogenada: qué es y cuáles son sus características
Lo primero que debes saber es que el agua hidrogenada está cargada de beneficios para la salud y puede obtenerse de diferentes maneras. Puedes enriquecer el agua con hidrógeno molecular o recurrir a otros métodos más sencillos. Sin embargo, antes de detallarte cómo hacerlo, vamos a recordar qué es exactamente este tipo de agua.
Se trata de un agua con características antioxidantes en la que la cantidad de hidrógeno que normalmente posee el agua se multiplica. Y esto precisamente es lo que le brinda sus capacidades antiinflamatorias y antioxidantes. Como es lógico, el agua no está pensada para sustituir a ninguna medicación, aunque sí que es ideal para consumirla mientras se lleva una vida saludable, ya que ayuda a tener una mejor salud y a prevenir ciertas enfermedades.
¿Cómo hacer agua hidrogenada en casa?
Llegamos a la parte más importante de todas: cómo hacer tu propio agua hidrogenada. Lo más seguro es que ya estés pensando que será necesario ponerse una bata de laboratorio y unas gafas protectoras. Sin embargo, debes saber que el proceso es mucho más sencillo de lo que parece. La manera más común y fácil de obtenerla pasa por la electrólisis del agua, un proceso separador de gases e iones que concentra el hidrógeno molecular en el agua para que esta sea consumida.
Pero, ¿cómo hacerlo? La forma más fácil consiste en recurrir a máquinas o botellas hidrogeneradoras que hay en el mercado para uso doméstico. Son aparatos bastante asequibles a nivel económico que, eso sí, solo son aptos para hidrogenar agua, no otros líquidos.
¿Existen otros métodos?
¿Y si no quiero recurrir a estas máquinas o botellas qué? No todo está perdido. Existen otras alternativas como pequeñas botellas que funcionan con un filtro de carbón activo al que se le agregan electrolitos y moléculas de hidrógeno. Estas herramientas son más económicas para un uso a corto plazo. Sin embargo, debido a su durabilidad, esto cambia si hablamos de un uso a medio y largo plazo, ya que pasado un tiempo hay que cambiar el filtro.
¿Qué sucede exactamente? Pues que el precio de cambiar los filtros cada pocos meses hace que con lo invertido en un año puedas sufragar el coste de una botella de electrólisis. De este modo, lo más económico si se le va a dar un uso prolongado es recurrir a ella directamente.